Encuesta de una consultora identificó algunas variables que inciden en el desempeño laboral
La productividad. Uno de los conceptos que cobra protagonismo cuando comienzan a negociarse los convenios salariales de los trabajadores en cada ronda de ajustes. El gobierno, la academia, empresarios y hasta parte de la cúpula sindical comparten la idea de incrementar los salarios en base a ese indicador. Sin embargo, el tema vuelve a fojas cero cuando aparecen las complejidades para determinar qué se entiende por productividad. En las últimas rondas de los Consejo de Salarios, algunas ramas como la industria láctea, sumaron indicadores de productividad que atan parte del ajuste del salario a los incrementos de los volúmenes de leche que procesa cada planta. De todas formas, la gran mayoría de los convenios salariales carece de cláusulas de ajuste atadas a ese indicador.
El director nacional de Trabajo, Juan Castillo, dijo que la productividad «puede ser un elemento a tener en cuenta según el grupo de negociación pero como una partida complementaria en los ajustes salariales. Seguramente se pueda tomar alguna idea general que tire el gobierno, pero hay sectores donde es difícil medir y no se puede inventar», explicó.
El jerarca comentó que hay grupos que están en una «mejor posición» para avanzar en la incorporación de indicadores atados a la productividad, pero que a nivel de los 24 grupos de los consejos de salarios es imposible alcanzar un consenso sobre los parámetros para medir ese concepto. Por eso, será cada subgrupo el que abordará individualmente ese concepto, indicó.
Por otro lado, en un intento por abordar más en detalle este concepto, la consultora Advice procesó una encuesta sobre la productividad, con el objetivo identificar los factores del ambiente laboral, hábitos de trabajo y aspectos motivaciones que impactan sobre la productividad, en la antesala de la primera ronda de los consejos de salarios que está a punto de lanzar el actual Poder Ejecutivo.
Con una economía que crecerá bastante por debajo del promedio del último quinquenio, y con sectores comprometidos para mantener sus plantillas, la incorporación de la productividad a los convenios será clave para que el país pueda elevar la calidad y competitividad de su mano de obra. De acuerdo al trabajo que procesó Advice, la «sensación» de productividad entre los trabajadores encuestados no aumenta con las horas trabajadas; al contrario disminuye. «Aunque el volumen de producción pueda aumentar como consecuencia de trabajar más horas, la relación entre los recursos empleados y el resultado obtenido es cada vez menor», advierte. Así, sólo el 11% de aquellos que trabajan más de 40 horas semanales aseguran que «casi siempre» están en su máximo nivel de productividad. En tanto, el 64,7% de los trabajadores que cumplen con menos de 20 horas semanales señalaron que «muchas veces» se sienten en su máximo nivel de productividad, frente a un 43,2% de los que trabajan más de 40 horas semanales.
Flexibilidad y antigüedad
La flexibilidad que el empleado encuentra también incide en su nivel de productividad. Los trabajadores que cuentan con al menos una alternativa de flexibilidad en su empleo (horario flexible, trabajo a distancia u otra) reportaron mayores niveles de productividad que aquellos que no cuentan con ninguna. La flexibilidad horaria es la práctica más popular de los que participaron de la encuesta. El 44% de los mismos indicó que accede a esa posibilidad, mientras que igual porcentaje respondió no contar con ninguna política de flexibilidad.
Por otro lado, la antigüedad del empleo parece ir en contra de una mayor productividad. «A medida que aumentan los años en que un trabajador ha estado ocupando un cargo, su productividad disminuye», sostiene Advice. El 48,8% de los empleados que lleva menos de un año en su cargo dijo sentirse «muchas veces» en su máximo nivel de productividad, proporción que cae a 43,5% en aquellos que llevan más de cinco años.
«El simple hecho de que la productividad no aumente con el paso de los años debería llamarnos poderosamente la atención», advierte la encuesta. Para Advice, acá juega un rol clave la diferencia entre tareas creativas y rutinarias. «A medida que una tarea se vuelve repetitiva, deja de representar un desafío y una novedad para el trabajador, que siente que su potencial ya no está siendo aprovechado, que es capaz de dar más pero su trabajo no se lo demanda, y como consecuencia reduce su inversión de energía en él».
Redes sociales
Varias empresas en Argentina han restringido el uso de internet y redes sociales a sus trabajadores, un tema que genera polémica dado el avance masivo en su uso. «Los trabajadores que tienen libre acceso a las redes sociales en su ambiente laboral reportan con menor frecuencia sentirse en su máximo nivel de productividad», asegura Advice. Más de dos tercios de los trabajadores que no tienen acceso a las redes sociales en su ambiente laboral (66,7%) reportan que «muchas veces» (51,1%) o «casi siempre» (15,6%) se sienten en su máximo nivel de productividad, en oposición a una proporción menor (44,1% y 9,8%, respectivamente) de los trabajadores que acceden libremente a ellas.
Por otro lado, los trabajadores que asisten a un nivel intermedio de reuniones contestaron que «muchas veces» se sienten en su máximo nivel de productividad en una proporción significativamente mayor (57,3%) que los trabajadores que asisten a muchas reuniones (35,9%) o a pocas (29,2%). Más del 80% de las reuniones son catalogadas por los trabajadores como de alguna manera improductivas: se convocan sin objetivos claros (31,1%), o no llegan a un plan de acción definido (38,3%), o ambas cosas (11,1%).