Un guardia de seguridad fue asignado a un nuevo objetivo y al llegar advirtió que no podía ingresar. Ante esta circunstancia, decidió retirarse a su domicilio. La empresa lo considero incurso en abandono de trabajo y la justicia considero justificada su decisión.
En el fallo de la SALA I de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo se decidió que “la conducta desplegada por el actor (guardia de seguridad), consistente en haberse retirado del objetivo asignado sin permiso de sus superiores y sin un motivo válido que lo ampare, configuró justa causa de despido (art. 16, CCT 507/2007). Si bien el accionante argumentó que se trató de una falla en la coordinación, en virtud de que se le asignó un destino al cual no pudo ingresar y no contaba con radio u otro elemento para comunicarse con la empresa, lo cierto es que tuvo la posibilidad de anoticiar a su empleadora las circunstancias alegadas, ya sea de manera telefónica o de manera personal en las oficinas que posee la demandada en la zona del objetivo en cuestión, o bien pudo haber regresado a su objetivo primigenio en el cual se encontraba hasta que se le comunicó su traslado fallido. Mas allá de la cercanía entre los objetivos y una de las bases de la empresa, cabe mencionar que el actor se retiró del objetivo al cual no pudo ingresar luego de una hora y veinte minutos de comenzada su jornada laboral de doce horas diarias, restándole cumplir más de diez horas, tiempo más que suficiente para informar a su empleador los hechos acaecidos. El hecho de no comunicar a su empleador las razones por la cual no ingresó a su objetivo, denotan que la conducta adoptada por el trabajador, además de no respetar el principio de ‘buena fe’ que debe regir a toda relación laboral fue negligente y desaprensiva”.
M. M. A. vs. Compañía de Seguridad Privada S.R.L. s. Despido /// CNTrab. Sala I;
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