De un análisis sobre la información oficial anual disponible, es decir la última publicada y difundida por la SRT para el año 2017, se desprende que las ART se muestran renuentes a reconocer que las enfermedades contraídas por los trabajadores tuvieron su origen en el cumplimiento de su débito laboral.
En al año 2017 el sistema cubrió un promedio de 9.757.285 trabajadores, y el total de casos notificados (siniestros a los que las ART o los autoasegurados le reconocieron carácter laboral), por las ART a la SRT, fue de 580.328, que representa un 5,95 % del total de personas cubiertas. La composición de los casos notificados es la siguiente:
TIPO DE EVENTO | TOTAL | % SOBRE EL TOTAL |
Accidente In itinere | 139491 | 24,04 % |
Enfermedad profesional | 13974 | 2,41 % |
Reagravacion | 36798 | 6,34 % |
Accidente de trabajo | 390065 | 67,21 % |
Total | 580328 | 100,00 % |
De los casos a los que las ART o los autoasegurados le reconocieron carácter laboral, sólo a una parte se les reconoce secuelas incapacitantes y se los indemniza. Según un informe del año 2015 de la OIT, del total de Enfermedades Profesionales y Accidentes de Trabajo no mortales, las primeras representan en el mundo, en promedio, un 33,83 % y los segundos un 66,17 %.
Sin duda, los casos notificados y reconocidos como enfermedades profesionales en Argentina (2,41 %) están muy por debajo del promedio mundial. Situación ésta que constituyen el subreconocimiento en el Sistema de Riesgos del Trabajo local.
Según este informe, en el año 2017 hubo un total de 120.317 juicios por Accidente de trabajo, Enfermedades Profesionales y Accidentes in itinere, de los cuales 29.565 juicios, que representan el 24,57 % del total de juicios, correspondió a Enfermedades Profesionales.
Entre los 29.565 juicios iniciados por Enfermedades Profesionales, y los 13.974 casos notificados por las ART y autoasegurados como Enfermedades Profesionales, pareciera que el sistema es reacio a reconocerlas.
Ante la falta de reconocimiento del carácter laboral de un siniestro o de una enfermedad, y/o ante una subvaluación o negativa de reconocimiento de las secuelas incapacitantes padecidas, la única opción que tiene la persona damnificada es recurrir a la justicia.